En mitad de la vorágine Chillwave que vivimos hace algunos años era fácil que para muchos, entre los que me incluyo, pasara desapercibida la figura de Gordon Voidwell. Lejos de los grandes focos acaparados por los Toro y Moi o Washed Out de turno, su The Voided Checks Mixtape fue una referencia más de aquel repentino torrente de títulos, etiquetados quizás de manera un tanto superficial, en un estilo o sonido necesariamente destinado a desaparecer. Pero, al mismo tiempo que el agotamiento de aquella tendencia era crónica de una muerte anunciada, no lo era menos el que sus derivadas y mutaciones resultarían más interesantes todavía. Y así, tres años después y desde las cenizas de la ya inexistente fiebre Chillwave, Voidwell nos regala en este 2014 «Bad Études» un modesto proyecto lanzado hace ya algunos meses, y con el que ha logrado por fin llamar la atención de casi todo el mundo, biblias del lánguido hipsterismo incluido.
Gordon Voidwell
Hemos leído que para el amigo Gordon este «Bad Études» no es más que la antesala de su próximo e inminente larga duración. Una recopilación de canciones que, sample y sinte mediante, explora un universo personal repleto de referencias al boogie de los 80, pero con el marcado tamiz del sonido Minneapolis siempre presente. Unos simples apuntes, con los que parecer abrir una ventana al proceso creativo en el que se encuentra inmerso en estos momentos, que según cuentan, le llevó a mudarse a Minneapolis durante un tiempo, en uno de esos ejercicios de freakismo que tanto adoramos.
Sin embargo, de tan manoseada que está desde hace años, la etiqueta «minneapolis» es de las que más dudas suelen generarnos, asi que la pregunta era obligada: ¿Que hay realmente de este sonido en Gordon Voidwell? A nivel esencial prácticamente todo, aunque a nivel musical y a simple vista la cosa no esté tan clara. Así que si estas leyendo esto, o has leído en tu magazine favorito de tendencias algo sobre Voidwell, mejor no esperes un regreso literal a tu etapa favorita del R&B/ Pop americano. Puede que consciente de sus, por ahora, limitaciones como compositor o por simples principios – no hay que olvidar su llamativo título universitario en Filosofía postmoderna- este neoyorkino se lanza a trocear, triturar y cocinar a fuego lento todo el legado del post-disco hasta la llegada del New Jack Swing. Así nos encontraremos asombrosos ejercicios de synth funk como la infecciosa «XO BF» o bombas electro-funk como «Pure«, dos de los grandes highlights de la mixtape, además de pequeñas joyas minneapolis como «Trap Mind» , o sobre todo «GF Jeans» y«Fashion Glasses», dos maravillosas y diferentes reivindicaciones sonoras del tantas veces olvidado legado de Andrè Cymone o Morris Day.
Gordon Voidwell «XO BF»
Como vemos, un discurso trufado de guiños a iconos del pasado (Chic, Mtume, Rick James, Bar Kays, …) pero que Voidwell ha tejido para ser pronunciado con el lenguaje de hoy. Así que no te dejes engañar por las superficiales y evidentes comparaciones con Prince que hayas leído en alguna otra parte. No ha lugar aqui a las mamarrachadas en clave revival del Pharrell Wiliams de turno. Esta melange de minneapolis, P-Funk, post-disco y otras tantas tendencias del ayer, nace para ser bastante más que una momia devuelta a la vida en 2014.
Antes de que lo digas, ya lo decimos nosotros. No, Voidwell no ha descubierto la pólvora, pero desde luego se lo ha pasado en grande jugando con ella. Te animamos a que hagas tu lo mismo escuchando el resultado:
Por Gonzalo Oya