SPUNK : el eslabon perdido del Disco/P-Funk

Jamás nos cansaremos de repetir lo inabarcable que resulta todo el universo musical que modestamente -y a duras penas- intentamos recuperar a través de este blog. Y desde luego,ejemplos como el de Jesse Boyce y su proyecto Spunk son el perfecto ejemplo de como en cualquier momento, y sin esperarlo, puedes encontrarte a la vuelta de la esquina con una de las mayores y extrañas joyas Funk de la década de los años 80.

Jesse Boyce, la mente y el alma detrás de Spunk

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Editado en 1981, «Tighten it up» fue la puesta de largo de Spunk , un proyecto ideado por Jesse Boyce y Rich Tufo.  Para estos dos típicos trotamundos de la escena Rnb /funk, Spunk suponía un proyecto muy personal  donde dar rienda suelta a todo lo aprendido y desarrollado en sus carreras como arreglistas, músicos y productores para sellos como Stax o Curtom. Así que de esta manera, al mismo tiempo que dos super estrellas como Rodgers y Edwards comienzan a dar forma a lo que será el «Take it Off» (1981) de Chic, álbum fundacional del post-disco, estos dos artesanos de la industria deciden juntar a un equipo de confianza -entre ellos estará otro conocido productor y compositor como Jimmy Levine– en los estudios Curtom, con los que darán forma a su nuevo proyecto, que editarán en un modesto sello de Chicago llamado Gold Coast Entertainment.

 

Tighten It Up

 

En su primera escucha, «Tighten it Up» resulta chocante y a la vez apasionante. ¿En que momento a alguien se le podría ocurrir mezclar Disco-Funk con arreglos vocales y referencias puramente P-Funk? Jesse Boyce fue ese alguien, y el «Tighten it Up» de Spunk ese momento.Y es que, con tracks como «Get What you want» «Expose Yourself»  es capaz de crear bombas que podríamos encuadrar dentro del disco-funk, pero en donde combinarán con asombrosa habilidad referencias tan dispares como los Bar Kays, Earth, Wind and Fire o Parliament. 

 

Spunk «Expose Yourself»

 

Spunk «Get What you Want»

 

La sombra del Funk sureño aparece de nuevo detrás de «Crazy Me» , auténtico banger del disco, en donde la influencia de Larry Dodson y el resto de Bar Kays salta a la vista. Con todo, es  «Hot Flashes», seguramente el mejor ejemplo del asombroso ensamblaje de influencias realizado por Boyce. Con una increíble combinación de arreglos de cuerda puramente Disco, una marcada línea de synth bass, un enorme hook y unos arreglos vocales  P-Funk, la fórmula propuesta  roza la perfección.

 

Spunk «Crazy Me»

 

Spunk «Hot Flashes»

 

Con el bueno de Jesse Boyce en la parte vocal completamente desatado, y ya transmutado en una suerte de George Clinton«Tighten It up» y «A Friend aint a Friend» resultan las dos bombas más explícitamente P-Funk del disco. Dos tracks en donde cada nota, arreglo vocal o de viento, evoca sin tapujos el personal universo musical de Clinton y su troupe, al que Boyce y Rufo se acercan con maestría y respeto.  La instrumental de corte jazz funk  «La Bimini» completa un disco redondo, al que si habría que poner una pequeña pega, sería por ese absurdo e innecesario downtempo «Love look good on you» un pobre intento de Crossover hit destinado al mercado blanco, que no pinta absolutamente nada en mitad de semejante delirio disco/ P-funk.

 

Spunk «A friend aint a Friend»

 

 

Lamentablemente, el proyecto Spunk fue un completo fracaso comercial. Con más pena que gloria, el álbum terminó diluyéndose en mitad de un competitivo año 81, en el que entre otras muchas cosas, veríamos a Rick James convertirse por fin en una estrella global gracias a su legendario «Street Songs».

Curiosamente, en la actualidad Jesse Boyce es un cristiano renacido. En las redes sociales suele jactarse de compartir iglesia con su amigo Danny Glover,  y de estar basicamente centrado en la creación de música cristiana con la que purgar sus excesos y pecados durante los años 80. De todos ellos, sin duda, Spunk siempre será nuestro favorito.

 

AUTOR: GEE

HIGH FASHION: THE ITALIAN JOB

La historia de Jacques Fred Petrus  y su socio Mauro Malavasi daría para hablar largo y tendido. Su aventura, la de un par de tipos que desde Italia y con tan sólo una pequeña y modesta oficina de representación en Nueva York,  logran plantar su bandera en la exigente y despiadada escena RnB de principios de los 80,  supone una de las páginas más importantes en la historia de este género en Europa.

Jacques Fred Petrus, en una rara imagen de su faceta como DJ en Milán.

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Todo comienza hacia finales de los años 70, cuando Jacques Fred Petrus, un buscavidas procedente de Guadalupe que trabajaba como Dj en Radio Milán y varias discotecas locales, se une al músico Mauro Malavasi para crear una compañía de producción musical con la que competir en el incipiente negocio de la música disco italiana de la época.

Con su Goody Music Group consiguen hacerse un nombre dentro del género gracias a aventuras musicales como Macho (1978), con los que plantan su bandera en la feroz jungla de la música disco de NYC del momento. Con la aportación de un joven músico y compositor llamado Davide Romani, ponen en marcha distintos proyectos puramente de laboratorio, en el que esa combinación de músicos y productores estrictamente europeos , junto a vocalistas norteamericanos de sesión de primerísimo nivel resultará explosiva.

De este modo surgen míticos proyectos como Change -donde hará sus pinitos por ejemplo, un por entonces semidesconocido Luther Vandross–  o Brooklyn, Bronx and Queens Band, con los que se instalarán desde Italia, como miembros de pleno derecho de la escena Disco-Funk norteamericana.  Dentro de todas estas bandas y proyectos de laboratorio, hoy queremos recordar el curioso caso de High Fashion, que con tan sólo dos álbumes, supone uno de los más efímeros ejemplos de ese asombroso Italo-Disco facturado directamente para USA.

Como grupo, High Fashion surge de la mente de Mic Murphy, futuro miembro de los míticos The System, y por aquel entonces encargado de la modesta oficina de representación de Petrus en Nueva York. Petrus ve con buenos ojos la muy naif  idea de Murphy de crear un grupo RnB que, en cierta manera, explote en su concepto e imagen el mundo del lujo y la moda de Manhattan.

Mic Murphy, empleado de Petrus y futura mitad de The System, será quien bautice a High Fashion

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Siguiendo su procedimiento habitual, Petrus y Malavasi reclutan a un equipo de songwriters, músicos e intérpretes, tanto norteamericanos como italianos, a la hora de crear las canciones del álbum. En Nueva York, Petrus contrata a Eric McClinton, Meli’sa Morgan -que venía de trabajar con Kleeer– y Alyson Williams como vocalistas, si bien ellos no sabrán hasta prácticamente edición del álbum en que proyecto están trabajando. Con la aportación de una estrella que comenzaba a despuntar llamada Kashif y del gran Davide Romani a nivel de composición y con la presencia del resto de músicos de sesión y outsiders habituales en el equipo de Petrus/Malavasi en la parte instrumental, el debut de High Fashion títulado «Feelin’ Lucky» está listo para su edición en 1982.

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Con «Feelin’ Lucky» (1982) estamos ante otra de esas joyas que nos dejó el post-disco de principios de los 80. Con la notable influencia de los últimos Chic al fondo, patente en tracks como «Feelin’ Lucky Lately»  o la apoteósica «You’re the winner«,  Petrus y compañía dotan al conjunto de esa inconfundible frescura y descaro que caracterizará a todo el Italo-disco de la época. Los arreglos puramente Italo, las infecciosas melodías, … todo resulta representativo y evocador de una maravillosa época en la que el Funk europeo soñó con establecerse como miembro de pleno derecho dentro la escena americana.

High Fashion «Feelin’ Lucky Lately»

High Fashion «You are the Winner»

Como otros muchos -desde Lonnie  Simmons a P Diddy– Petrus era un muy hábil hombre de negocios, pero con cierta tendencia a apropiarse de los créditos de producción de sus proyectos, a pesar de sus nulos conocimientos musicales.  Así que, haciendo justicia, hay que reconocer que si a alguien le debe el Funk Europeo alguno de sus mejores momentos, es al combo Davide Romani-Mauro Malavasi, verdaderos creadores del llamado sonido Petrus, y cuya clase y precisión brilla en tracks como «Hold On» -con la inestimable colaboración de Kashif-  o «Next to me», otros dos grandes momentos de este increíble álbum.

High Fashion «Hold On»

Tras un flojo debut a nivel comercial, que no supuso para Petrus el éxito que planeaba, Capitol da luz verde a un segundo álbum de High Fashion. Acuciado por sus problemas económicos -dicen que relacionado con sus deudas con la Mafia siciliana en USA e Italia, que como él mismo reconocería le ayudó a iniciar su negocio musical- Petrus plantea un proyecto más modesto, y recluta a gente de la casa con un equipo formado íntegramente por miembros de Brooklyn, Bronx and Queens Band, amén de la dupla habitual Romani-Malavasi.  La marcha de Meli’sa Morgan del proyecto hace que Marcella Allen -que venía de colaborar con Lonnie Liston Smith– se incorpore junto a Eric McClinton y Alyson Williams, que se mantienen como cara y voz de High Fashion.

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Con «Make up your mind» (1983) se endurece su sonido, abandonando casi por completo la via disco-funk. Más cerca de los estandares del R&B y del Synth-Funk que del Italo puramente dicho, en el tracklist nos encontramos con bangers como «Break Up» o «Make up your Mind», donde los sempiternos Romani y Malavasi vuelven a brillar con su elegancia habitual, pero incorporando elementos completamente nuevos como el P-Funk, evidente inspiración de tracks como «Pump on the pipe» , auténtica rara avis en la historia del Italo.  Si a esto le añadimos a un Eric McClinton moviéndose como pez en el agua en esta nueva faceta más puramente RnB, y luciéndose en medios tiempos hechos a su medida como «Love» o «A Little more time», podemos resumir que este segundo y último álbum de High Fashion supone un inmejorable epitafio a un proyecto que  mereció mucha mejor suerte.

High Fashion «Break Up»

High Fashion «Pump on the Pipe»

High Fashion «Love»

Como proyecto, High Fashion echa el cierre tras este segundo álbum. Eric McClinton aparecerá como cantante del proyecto Ze-brass -del que ya hemos hablado en estas páginas- para desaparecer de la escena poco después, mientras que Meli’sa Morgan alcanzará un relativo éxito con su «Good Love» editado en 1987 y producido curiosamente por Kashif. Una vez más, el círculo se cierra.

La increíble historia de Jacques Petrus, un joven negro de Guadalupe que se ganaba la vida modestamente como DJ radiofónico,  y que logra desde Milán organizar un pequeño imperio musical -contactos mafiosos mediante- por el que pasarán futuras estrellas como Luther Vandross o Jimmy Jam & Terry Lewis, pero que acabará finalmente asesinado en mitad de un tiroteo entre bandas en la Guadalupe de 1987, da sin duda, no ya para un especial dentro de este blog, sino directamente para una apasionante película. Ojalá alguien, algún día, se decida a hacerla.

Autor: GEE

DONNA ALLEN :The black madonna??

De una manera u otra, la fecunda escena de Florida durante los años 80 suele aparecer de manera recurrente en estas páginas. Pero más allá del tantas veces comentado Freestyle o Miami Bass, en el sunshine state también hubo mucho disco-funk y grandes artistas de un perfil más ortodoxo y asociado a los estandares del R&B. Artistas como Eugene Wilde o Donna Allen,  a la que hoy precisamente nos toca recordar, son perfecto ejemplo de esa variedad sonora -entre la ortodoxia y la especificidad del Freestyle y derivados- que siempre ha mostrado la escena florideña.

Donna Allen era una popular cheerleader de los Tampa Bucaneers, que a la vez que lucia palmito en los partidos de fútbol americano comenzaba a despuntar en bandas locales situadas en la órbita del mítico sello TK Records de Henry Stone y del que formaban parte primeras espadas del disco como KC and the Sunshine Band. Como vocalista de Trama, una banda de disco-funk florideña firmada con TK , Allen edita su primera referencia en 1977. Aunque Trama, un típico producto disco-funk de finales de los 70 consigue un moderado éxito con este debut, Allen decide abandonar el barco para iniciar una incierta carrera en solitario. Finalmente, Donna se verá obligada a actuar en un conocido restaurante de lujo de Miami para poder pagar sus facturas.

Frecuentado por empresarios y gente relacionada con el mundo del espectáculo, entre sus clientes habituales de este restaurante se encontraba Lou Pace, productor en esos momentos de Miami Sound Machine.  Tras asistir a varias de sus actuaciones y atraido por su indudable belleza y potente voz, Pace contacta con Allen y le ofrece comenzar a trabajar en un proyecto musical conjunto. La última pieza será otro cliente del local, un conocido empresario latino de Miami llamado Fernando Pruna, a quien nuestra protagonista convence para financiar el proyecto. Con Lou Pace y Allen en pleno proceso de grabación, Atlantic rapidamente llama a sus puertas y ofrece un acuerdo de distribución del futuro disco, que finalmente verá la luz a través de Oceana records en 1986.

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De este modo, «Perfect Timing» supone su esplendoroso debut en solitario, fiel reflejo sonoro de su época. Puro synthfunk, en el que Lou Pace muestra su buen hacer como hitmaker en tracks como «Serious» , uno de los grandes clásicos de nuestra protagonista, «Sweet Somebody» o «Bad Love».

Donna Allen «Serious»

Donna Allen «Sweet Somebody»

Donna Allen «Bad Love»

Pero la fórmula, con obvias reminiscencias al «Street Called Desire» de Rene and Angela -editado justo un año antes- se completa, sin duda, gracias a la versatilidad de Allen, capaz de llevar más allá su aire de cantante clásica de R&B, añadiendo unas buenas dosis de sexo y actitud de street smart girl a la receta. Esta mezcla, de SynthFunk, sexualidad y aspecto callejero hizo que rapidamente se ganara el injusto apodo de «Black Madonna» por parte de una bastante poco original industria, que para poder presentarla al público blanco, se atrevió a compararla con una artista tan mediocre como la Ciccione.

Donna Allen…The Black Madonna ??

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Tras el éxito de su debut, con varios temas en las listas de éxitos Pop y R&B, Allen edita el que será su segundo y último album en solitario. Con «Heaven on Earth» (1988) Pace y Allen intentan repetir la fórmula, y de nuevo, con excelentes resultados. Añadiendo algo de Prince y sonido Minneapolis a la mezcla, tracks como «Can we talk» ,» Make it my night»  evidente  influencia del tipico y elegante sonido R&B de Mtume– devuelven a Allen a la primera plana de la escena, suponiendo un éxito en listas R&B incluso mayor que su predecesor.

Donna Allen «Can We Talk»

Donna Allen «Joy and Pain»

Sin embargo, a partir de aquí, Allen decide abandonar su carrera en solitario, y entrar a formar parte de Miami Sound Machine junto a Gloria y Emilio Estefan, con quienes compartirá estudio y escenarios durante largos 9 años. Hoy prácticamente retirada, y con su música felizmente recuperada para el gran público gracias a su aparición hace algunos años en la banda sonora de la película «Precious» , vuelve a nuestra memoria convertida en una de las más efímeras, pero a la vez fulgurantes, figuras del R&B femenino de los 80. Y que desde luego, siempre ha sido, es y será bastante más que una simple «Black Madonna».

 

Autor: GEE

MORRIS DAY

Son muchos los que  asumen que Morris Day fue escogido por Prince para simplemente convertirse en su alter ego en The Time, uno de sus primeros proyectos paralelos dentro de Warner. Reducir la figura de un tipo como Morris Day, productor, intérprete y multi-instrumentista a simple juguete en manos de Prince resultaría injusto para con un tipo que, gracias a su trabajo con The Time, y a sus dos primeros álbumes principalmente, se ha ganado  un lugar en el relicario Funk de cualquier aficionado al género con dos dedos de frente.

Morris Day y Prince, hacia finales de los 70.

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Amigo de Prince desde la adolescencia -juntos forman su primera banda funk llamada Grand Central– sus caminos se separan a finales de los años 70 cuando Prince, con tan sólo 17 años, firma su primer contrato con Warner. Años más tarde, convertido ya en una estrella, Prince traza su plan para convertir a una brillante pero desconocida banda de Minneapolis amada Flyte Tyme en su primer proyecto paralelo.
Tras despedir al gran Alexander O’Neal del grupo por considerar que su imagen «demasiado varonil» no era adecuada, Prince decide reclutar a su viejo amigo Morris Day en su lugar. Day, con un ideario estético y musical muy similar al de Prince, encaja a la perfección en esta nueva aventura y el resto ya es historia sobradamente conocida. Rebautizados como The Time, la banda aparece en Purple Rain y se convierten automáticamente en estrellas. Varios discos y unas cuantas peleas con Prince más tarde, el grupo se disuelve y Day se lanza a su carrera en solitario.

 

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«Color of Success» editado en 1985, supone su debut en solitario y es acogido de manera discreta por crítica y público. En este debut, Day ahonda en el personaje creado junto a Prince para The Time. Esa suerte de smooth Pimp ochentero, de sexualidad ambigua pero aparentemente irresistible para las mujeres. Con Day como instrumentista y al frente de todo el trabajo de producción, el álbum se vió claramente lastrado por las inevitables comparaciones con su mentor y su anterior banda. Sin embargo, visto con la distancia del tiempo, nos encontramos clásicos como «Oak Tree» una bomba P-Funk de primera magnitud adaptada a los clichés del sonido Minneapolis, eficaces downtempos de alcoba -con la clara sombra de Prince al fondo- como «Dont wait for me» y hits como «The Character», una vez más con la más que notoria influencia de Prince flotando en cada nota. Un disco que se hace corto, y que muestra por primera vez a un Morris Day libre de las ataduras de su padrino pero, a la vez, musicalmente más cercano a él que nunca.

Morris Day «Oak Tree»

Morris Day » The Character»

Aunque el álbum no resulta el éxito esperado, Day obtiene carta blanca para editar su segundo álbum «Daydreaming«. Publicado en 1987, y planteado como extensión natural de «Color of Success», este segundo disco supone su reencuentro con Jam & Lewis sus antiguos compañeros en The Time, muy ocupados en esos momentos convirtiendo en estrellas, a través de su propia compañía de producción, a Alexander O’Neal y Cherrelle.

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De este nuevo encuentro surge  » Fishnet» ,el mayor éxito de Morris Day. Un hit donde The Time al completo, incluyendo a Jesse Johnson y Jellybean, se pone de nuevo al servicio de nuestro protagonista.  Con Jam & Lewis en plena ascensión, «Fishnet» es uno de esos tracks modélicos a la hora de encontrar las claves de su imparable éxito como equipo de producción.

Morris Day «Fishnet»

Morris Day  «Love is a game»

Beneficiado por la aportación de sus ex-compañeros, Day completa un álbum más sólido que su predecesor, con guiños al Rnb más estandar como «Love is a Game» pero sin perder su gusto por ese P-Funk, que como vimos en el ya comentado en estas páginas album de Incorporated Thang, comenzaba a dejarse influir también por el sonido Minneapolis. 

«Daydreaming» entra en el top 50 de Billboard y «Fishnet» alcanza el número 1 en las listas de singles Rnb, pero Morris Day no se convierte sin embargo, en la superestrella que todos pensaban.  Tras romper su contrato con Warner, y ya en plena década de los años 90, Day regresa con «Guarantee» (1992) que editado por Reprise records, y bajo la batuta de un vieja guardia como Michael Stokes -productor de entre otros L.T.D. o Rose Royce– supone su mayor fracaso a todos los niveles. Day abandona definitivamente su personaje de smooth pimp ambiguo para intentar convertirse en una especie de Bobby Brown viejoven y descafeinado. Despellejado por la crítica, su intento de acercarse al New Jack Swing resulta, no obstante curioso.  Tracks como «Who’s that girl» funcionan a las mil maravillas, si bien no resisten la injusta comparación con su etapa anterior.

Morris Day «Who’s That Girl»

Hoy, convertido en un icono de los 80 y tras un último e intrascendente álbum independiente editado en 2004, disfruta de un semi-retiro en el que le da tiempo a girar puntualmente junto a sus viejos amigos de The Time, rebautizados como The Original 7even, aparecer como invitado en algún concierto de Prince y ceder su imagen para una conocida cadena de concesionarios de Atlanta.  Su historia, la de un tipo con planta y aptitudes de estrella, que estuvo en el lugar adecuado y en el momento adecuado y que sin embargo se quedó por el camino,  sirve para recordanos el porqué para muchos los 80 son una de las épocas de mayor competencia y acumulación de talento en la historia de la música negra.

Autor: GEE