ATTITUDE: La franquicia perdida de The System

Pocas presentaciones creemos que necesita a estas alturas The System. Ya sea por éxitos como «You are in my system» o por su participación en las bandas sonoras de iconos audiovisuales de los 80 como «Corrupción en Miami» «El príncipe de Zamunda» , «Superdetective en Hollywood» o «Beat Street«, las andanzas musicales del dúo David Frank & Mic Murphy son sobradamente conocidas. Así que no se asusten, ya que no pretendemos extendernos contando la historia de uno de los grupos de synth Funk/Pop más populares de la década de los 80. Sin embargo, sí que toca hoy detenerse en uno de sus proyectos paralelos, Attitude.

David Frank y Mic Murphy, las mentes detrás de Attitude

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Como proyecto Attitude sirvió a Frank y Murphy para rodearse de un elenco de músicos y vocalistas de sesión sobradamente conocidos y reconocidos dentro la escena Funk /Rnb neoyorkina.  Nombres como los de Khris Kellow, Cindy Mizelle y Stephen Miller, habituales en los estudios de los principales artistas de R&B/Funk mainstream del momento, no pasaron desapercibidos para Frank y Murphy, bregados al igual que ellos en esa escena de músicos a sueldo. Ellos serían la cara y la voz de Attitude.

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Editado en 1983, el álbum «Pump The Nation» resultó un complemento perfecto al «Sweat» de The System, publicado ese mismo año. Y es que, lejos de ser una simple extensión de su proyecto personal, Frank y Murphy dotaron a «Attitude» de una vida propia alejada de la sombra de su grupo.  Muy cercano al P-Funk en clave electro post «Computer Games» (1982) , con el que George Clinton había sacudido la escena un año antes, el sonido que Frank y Murphy desarrollan resulta más duro y negro que el de su propio debut como dúo.

La influencia de George Clinton resulta obvia en tracks como «Pump the Nation» o «We Got the Juice», tres bombas en las que David Frank y Khris Kellow, talentoso teclista además de vocalista, se dejan llevar sin tapujos por los caminos del P-Funk más ortodoxo. El P-Funk aparece de nuevo en «It’s Good for Me» , donde la influencia de Clinton resulta notoria hasta a nivel vocal, con un  Khris Kellow emulando de manera casi desvergonzada al Dr Funkenstein. Un track puede que funcional, pero que pasará sin duda la prueba del algodón de los P-Funkateers más quisquillosos.

Attitude «Pump The Nation»

Attitude «We Got The Juice»

Attitude «It’s Good For Me»

Pero no nos llevemos a engaño. La idea de Frank y Murphy no era desde luego desarrollar un proyecto de P-Funk, sino más bien conjugar todos los elementos que el desarrollo del género había puesto a su disposición en esos momentos. Y eso fue algo que ellos, supieron aprovechar a la perfección. Así, temas como «We’re going off» parecen evocar un curioso encuentro entre el P-Funk y el Nile Rodgers post-disco, que Attitude resuelven de manera elegante, pero sin perder un ápice de la electricidad que necesariamente desprende semejante propuesta. Un exquisito estándar Rnb como «Love Me Tonight«, cierra los mejores momentos de un proyecto terriblemente eficaz y funcional, pero no por ello menos brillante.

Attitude «Love Me Tonight»

Sobre el papel, la apuesta de Attitude parecía segura. Sin embargo, una franquicia como la planteada por The System, un grupo con un primer disco de éxito que  apadrinaba a unas caras desconocidas, tenía muy complicado un éxito inmediato.  Tras unos discretos resultados, Attitude muere como proyecto y todos sus miembros vuelven a su plácida vida como músicos y cantantes de sesión.  ¿Que ocurrió con The System? Si creciste en los años 80  muy probablemente ellos han sido, sin que ni siquiera te hayas dado cuenta, parte de la banda sonora de tu infancia y adolescencia.

Autor: Gonzalo Oya.

ORLANDO JOHNSON AND TRANCE : La jugada perfecta de Donato y Zannini

La historia de Orlando Johnson, la de un chico de 16 años que forma una modesta banda en Carolina del Norte, The Upsetters, y que apenas logra destacar en su entorno local, podría haberse quedado ahí si no fuera por su hermano, Wess Johnson. Emigrado a Europa a principios de los años 60, Wess se había labrado un nombre en el mercado italiano como miembro de la banda de Rocky Roberts, realizando versiones muy sui generis -incluso en italiano- de hits de la Motown.

Una imagen reciente de Orlando Johnson

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La fiebre de la música disco, y la imperiosa necesidad de encontrar cantantes americanos de R&B en Italia, provocó que Wess pensara sin dudarlo en su hermano. Así, Orlando se planta en Italia para firmar un contrato con la filial local de EMI, con quienes comienza a trabajar en diversos proyectos de música disco. Tras bregarse de estudio en estudio de forma casi anónima, Orlando ve  finalmente llegar la oportunidad de su vida gracias al productor Mario Zannini que le ofrece ser la cara y la voz de su nuevo proyecto junto a los hermanos Franco y Claudio Donato: Trance.

Trance «Hang It»

Como Trance se edita el single «Hang It» (1982) un rompepistas muy influido por la estela de los Chic pre «Take it Off». Un single  lleno de clichés y lugares comunes dentro del género disco, pero en el que comenzamos a vislumbrar las enormes posibilidades que tendrá en el futuro la combinación de los Donato-Zannini- Johnson.

Esta colaboración  llegará a su esplendor con «Turn the Music On» (1984) que supondrá el ansiado debut de Johnson en un larga duración. Editado esta vez bajo el nombre de Orlando Johnson and Trance,  Zannini y los Donato llevan de nuevo las riendas del proyecto, que verá la luz a través de Full Time Records.

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Al igual que los ya sobradamente conocidos Petrus, Malavasi, Pulga,…Zannini y los Donato querían un pedazo de ese New York Cake que Kano o Change estaban empezando a zamparase. Convencidos de que  Johnson sería su Jimmy Ross particular, no dudaron en poner a su servicio lo mejor de su arsenal de producción. ¿El resultado? Nueve tracks prácticamente perfectos, que tomados como conjunto, suponen una de las más exquisitas y redondas obras que el Italo-disco nos ha dejado en su historia.

Orlando Johnson and Trance «Can’t Break Loose»

Orlando Johnson and Trance «Chocolate City»

Probablemente sin saberlo, los Donato y Zannini sobrepasaron con total naturalidad y sin despeinarse, las barreras del Italo y el post-disco. Tracks como «Can’t Break Loose», no desentonarían en un disco del mejor Mtume, si no fuera por el aroma inequívocamente italiano y europeo que emana cada una de las icónicas notas con las que comienza este clásico. El sonido Italo marcaba, una vez más, la diferencia.

Para Johnson quedan ya muy lejos las añejas baladas Soul de los Upsetters, y éste hace lucir a conciencia su falsetto en bangers como «Having a Party» , un brillante Michael Jackson meets Kool and the Gang, «Chocolate City» o «Somebody Save Me» , auténticos High Lites del disco.

Orlando Johnson «Having a Party»

Orlando Johnson and Trance «Somebody Save me»

La jugada de los Zannini-Donato resulta perfecta. La frescura y el hedonismo del sonido Italo, junto a la ortodoxia e indiscutible jerarquía de un intérprete por encima de la media como Johnson, convierte al disco en un éxito instántaneo. Editado en toda Europa -incluso en España, a través de Hispavox– el disco corre como un reguero de polvora por las pistas del viejo continente.  Finalmente, a través de un remix de «Turn the music on»  a cargo de  Jelly Bean Benítez, Orlando Johnson And Trance logran entrar en las listas americanas y el álbum registra unos buenos números en los charts de R&B. Johnson regresaba a casa por la puerta grande.

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Sin embargo, las circunstancias quisieron que, como proyecto, la combinación Trance & Orlando Johnson no tuviera mayor continuidad. Un último single, «No Change» , con Jelly Bean de por medio y editado en 1986 junto a su anterior éxito «Turn the music on» supuso el fin de la aventura común de Johnson y compañia.

Muchos dirán, y ¿Qué paso con Orlando Johnson?. Su carrera por su puesto, dió mucho más de sí.  Editó un nuevo disco en solitario, y apareció en diversos proyectos de Hi Energy e Italo Dance durante toda la década de los 80 y 90, llegando a reinar en las listas de UK con algún éxito en clave Garage junto a su sobrina Romina Johnson y Artful Dodger. Puede que que hasta alguno se haya topado con su último disco, un modesto proyecto en clave eminentemente House, editado hace apenas dos años… Pero eso, como solemos decir por aquí, es ya otra historia por contar…

Autor: Gonzalo Oya.

Daveon: El gafe nace o se hace?

Ultimamente, una de nuestras secciones favoritas en el blog, es la de ¿Quien sabe donde?. Así que, escarbando en la memoria, nos ha dado por recordar a Daveon Overton. Un tipo que, como miembro de Smoke CityMind, Heart & Soul o en solitario, fue uno de esos artistas a los  que por alguna razón -no es descartable su condición de cenizo-  les fue imposible dar la continuidad deseada a su carrera.

Su historia comienza como miembro de Smoke City, con quienes Daveon se hace habitual de la escena de locales de Rnb/ Funk de la ciudad de Chicago. De este modo, la banda logra llamar la atención de Emmet Gardner, que les propone ser su manager y buscar financiación para editar un disco.  Gardner, propietario junto a Nat «Quhaar» Meadows de un modesto sello llamado BBC America, los convence para grabar y editar «I Really Want You» como un 12 pulgadas. Tras escucharlo, Epic records firma sin dudar a la banda para al menos un larga duración.

 

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En 1985 ve la luz «I Really Want You» debut de Smoke City, que pasa con más pena que gloria en mitad de toda la vorágine creativa que vivía el R&B americano.Dada ya por superada por buena parte del público, la propuesta de Daveon, Starr y compañía como banda de Soul / Funk tuvo dificil encaje en la escena de la música negra del momento, en la que las cajas de ritmos y los sintetizadores comienzan a ser la tendencia dominante.  Singles como «I Really Want You» o «Dreams» funcionaron relativamente bien, pero serán «Back Seat Girl» y «Time to Jam» , con sus claras reminiscencias PFunkeras los dos tracks que marquen la diferencia en un disco de sonido eminentemente conservador.

Smoke City «Time to Jam»

 

Smoke City «I Really Want You»

 

Tras los malos resultados del álbum, Gardner informa al grupo que el deal con Epic llega a su fin  y que a partir de ese momento se centrará en la carrera de Starr, vocalista femenina del grupo. Curiosamente, al final será Daveon Overton y no Starr quien de el salto a su carrera en solitario.

 

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Así en 1987, y de la mano de nuevo de Emmet Gardner, Daveon regresa a escena con un proyecto mucho más modesto. «Its so Good» nos lo muestra de nuevo como un intérprete que se mueve como pez en el agua en estándares R&B como «Lovin’ You» pero que tampoco desluce en tracks mucho menos conservadores como «Dont Change» o «Video». Sin embargo, una vez más el disco cogerá a contrapié a un público que ya comenzaba a tener su oído pegado al Hip Hop y ese incipiente New Jack Swing que marcará el final de la década de los 80.  Una vez más, Daveon ve como su proyecto no llega quizás en el momento adecuado, y de nuevo resulta imposible su continuidad.

 

Daveon » Its So Good»

 

Daveon «Don’t Change»

 

Tras una travesía en el desierto como cantante y músico de sesión, el nombre de Daveon vuelve a aparecer en 1995.  Michael Lovesmith es el encargado de poner música Mind, Heart & Soul el enésimo proyecto de R&B vocal de Motown, en el que nuestro protagonista brillará nuevamente como vocalista. Recordados hoy como un incunable de la última etapa del New Jack Swing, la presencia a los mandos de la nave del gran Michael Lovesmith, un tipo del que ya hablaremos largo y tendido en estas páginas, nos garantiza que estamos ante un disco en el que merece la pena detenerse.

 

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Nadie puede negar que un track como «Drop it on me» , una auténtica bomba New Jack Swing de primera magnitud con obvias influencias del mejor Teddy Riley en su faceta más Gapbandera, hubiera reinado en las pistas de baile tres años antes. Sin embargo, en 1995, y en plena eclosión del G-Funk y con el R&B en clave uptempo tomando nuevos rumbos, la propuesta de Mind Heart & Soul está algo trillada.  A pesar de todo, Michael Lovesmith toca sin duda las teclas adecuadas, y tracks como «Still on the Line»  o «Just Say When» funcionan como auténticos mecanismos de relojería, en los que Daveon brilla como no había hecho desde sus tiempos con Smoke City. Sin embargo, el disco no consigue los resultados esperados y Mind , Heart & Soul es anulado como proyecto dentro del universo Motown.  A partir de aquí, la figura de Daveon Overton se desvanece hasta nuestros días.

 

Mind, Heart & Soul «Drop it on me»

 

Mind, Heart & Soul  «Still on the line»

 
Perseguido por una mala suerte casi existencial,  Daveon fue, como hemos visto, incapaz de dar continuidad a una carrera que dado su talento debería haber llegado a bastante mejor puerto. Hoy, todavía en activo, sobrevive como grisáceo cantante gospel de provincias. Puede que, esta vez si, encomendándose al señor, haya logrado purgar su mal fario.

 

Autor : Gonzalo Oya

ISH LEDESMA

Como lo prometido es deuda, y tal como adelantamos hace algún tiempo en nuestra entrada acerca de los devaneos musicales de Apollonia, toca el turno de detenerse en la curiosa historia de Ish Ledesma.

Nacido como Ismael Angel Ledesma en Cuba, Ish fue en uno de esos hijos de la alta burguesía Habanera que se trasladaron a Miami poco después de la Revolución castrista. Interesado desde muy joven por la música, hacia mediados de los años 70 se convierte en empleado de Henry Stone y TK Records como músico de sesión. Pero más allá de su trabajo como simple guitarrista a sueldo en las producciones de Stone, Ish tiene en mente la formación de Foxy,  su propio proyecto  de disco-funk, que enseguida le vende a su jefe.

Ish Ledesma

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En mitad de la saturada escena disco-funk, Foxy suponen para Stone un soplo de aire fresco dentro del roster de TK.  Su aire latino y el caracter multiétnico  de la banda le convencen de que pueden ser un buen complemento para KC and The Sunshine Band, principal activo del sello. Con tres discos en tres años y un buen puñado de hits bajo el brazo como «Lets Love» o «Get Off», clásico eterno del disco-funk, los problemas internos de TK records y el progresivo decaímiento de la música disco, provocan su separación.  La banda, que contaba entre sus miembros con Arnold Paseiro -un excelente bajista que participaría en futuros proyectos para Prelude como Passion– o el percusionista Richie Puente -hijo de Tito Puente– supo combinar  habilmente las influencias rock de Ish Ledesma, muy influido por la figura de Mick Jagger, el hedonismo disco y  el legado de la cultura cubana y brasileña. Un melting-pot musical único, fiel reflejo del hervidero económico, cultural y musical que era Miami en esa época.

FOXY «GET OFF»

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Así, en mitad de sus luchas con Foxy y con la debacle que se veía venir en TK Records al fondo,  Ledesma se lanza con un disco en solitario «ISH» (1979) que resultará definitivo para su futuro.

Producido por el propio Ish con la colaboración de Jerry Masters, en el álbum nos encontraremos bombas disco-funk como «Please» o «Dont Stop», probablemente el track más popular en la carrera de Ledesma, aunque también curiosos acercamientos al rock en clave funk como «Peak», en donde continúa dando rienda suelta a su aparente obsesión por Mick Jagger. Un disco notable y sobre todo clave, en lo que a la aportación de los latinos al disco-funk se refiere.

ISH «DONT STOP»

ISH «PLEASE»

A partir de aquí su carrera se dispersa. Como músico de sesión y productor a sueldo, es reclamado por Abba o Miami Sound Machine entre otros, aportando su saber hacer en grisáceas e innecesarias muestras de Pop estándar que poco o nada tienen que ver con su aportación al género desde finales de los años 70. Por el camino funda Oxo, una nueva banda íntegramente latina, en la que su intento de mezclar todos los estandares posibles de R&B y Pop-Rock con ligero aroma latino no llega a cuajar de la manera esperada. El álbum homónimo de OXO, editado en 1983, está sin duda entre lo más olvidable de su legado.  «On This Corner» (1986) su siguiente proyecto en solitario deja algún puñado de buenos momentos en clave R&B, como el recordado «You’re my only lover» pero de nuevo da la sensación de estar a medio camino de demasiadas partes. Ese melting pot musical y cultural que parece obsesionar a Ish, entre el Pop estándar y el R&B, vuelve a quedarse una vez más en un punto intermedio que no acaba por concretarse y que termina por deslucir el conjunto del álbum.

Company B - Fascinated (12'' Maxi) (artwork-04-lp side 2) 1986

Sin embargo, su creciente interés en el género Freestyle nos dejará momentos esplendorosos.  Con proyectos como Company B,  Ish mostrará su asombrosa capacidad para combinar elementos del Hip Hop, la música latina y el Hi Energy, regalándonos clásicos como «Fascinated» (1986), uno de sus mayores éxitos comerciales como productor y que marcará para siempre el devenir del género Freestyle en Miami. Convertido en promotor y en buena medida mecenas de la escena freestyle, Ish es creador de clásicos como «Be Mine Tonight»  (1987) de Promise Circle, o el increible «Compulsion» (1988) de Time Traveler, un efímero proyecto personal, que forma parte ya de la historia de la música negra de Florida.

COMPANY B «FASCINATED»

TIME TRAVELER «COMPULSION»

PROMISE CIRCLE » BE MINE TONIGHT»

 

Pero al mismo tiempo que se convierte en un nombre clave en el desarrollo del Freestyle, Ish no descuida su faceta más mainstream.  Como productor a sueldo continua su labor como compositor o arreglista de diversos proyectos para artistas A List, deseosos de incluir un hit freestyle en los trackslist de sus álbumes. Ligado aún hoy a la industria, su nombre puede verse todavía alguna vez entre los créditos del producto Pop o Hip Hop más insospechado.

El «All Good» de la Mo’ Thugs Fam, con Krazye Bone y Felecia  ,  una de las sorprendentes aportaciones musicales de Ish Ledesma a la escena Hip Hop de finales de los 90.

Con la perspectiva del tiempo, la carrera de Ish Ledesma nos da la impresion de haber estado en una constante lucha entre la excelencia y la intrascendencia. Capaz de crear clásicos atemporales como «Compulsion» y «Get Off» o pastiches tan olvidables como «Whirly Girl» , el tiempo ha sido el encargado, como siempre, de dictar sentencia. Convertido hoy en un nombre clave para entender la aportación latina al Funk y a la musica popular negra de los 80, el resultado está claro. La excelencia le ganó  finalmente a la intrascendencia.

Autor: Gonzalo Oya