Kiddo, las ovejas descarriadas del P-Funk Parte 2

Donnie Sterling tenía muy claro que el tren Kiddo no podía detener su marcha, y ya estaba preparado para regresar al año siguiente de su debut con su nuevo disco. «Action» reflejará ya desde su portada el cambio de paradigma que se estaba produciendo en la música negra americana.

A pesar del relativo éxito de la primera entrega de Kiddo, Michael Hamtpton abandonó el barco enseguida. De hecho, y aunque en el ’83 se le pudo escuchar  al servicio de George Clinton  en el «You Shouldn’t-nuf Bit Fish» o en el «A Night Out With The Boys» de Mutiny, por algún motivo la guitarra de Kidd Funkadelic  enmudeció por completo durante 1984. Pero Donnie Sterling tenía muy claro que el tren Kiddo no podía detener su marcha, y ya estaba preparado para regresar al año siguiente de su debut con su nuevo disco.

 «Action» ( 1984, A&M Records) refleja ya desde su portada el cambio de paradigma que se estaba produciendo en la música negra americana. Las bandas de Funk o Rnb, tal y como se habían conocido hasta entonces, empezaban a ser vistas ya como una reliquia por público e industria. Aunque Bar-Kays, Cameo, SOS Band y otros muchos seguían sosteniendo la llama de la vieja fórmula, dúos y artistas en solitario eran cada vez más la norma, y Donnie Sterling tomó buena nota.

 

kiddo action

Donnie se atusó el tupé, planchó su mejor traje y se puso en primera plana de una cover que visualmente, parecía evocar la de un dúo Synth-Funk al más puro estilo René And Angela. Ni rastro de los Leroy Davis, Charles Fearing, Rock Goodin y demás miembros del grupo que, sin embargo, seguirán en la sombra al frente de la parte instrumental del álbum. Sterling decide tomar el mando de la producción de casi todo el disco, aunque A&M Records pondrá a su disposición como apoyo a un tipo tan solvente como Derek Nakamoto que, a partir de aquí, se convertirá en un músico de sesión recurrente y cotizado dentro de la industria mainstream.

«Action» confirmará todo lo que el anterior disco dejaba entrever: Sterling quiere a toda costa su pedazo de pastel en el mercado de la música negra de consumo masivo.  Y aunque no reniega de su pasado  – hasta el punto de que Tom Vickers, ex periodista de Rolling Stone y por entonces publicista de George Clinton, debutará de hecho aquí como productor – su propuesta tratará de abrirse paso  en las listas con una nueva colección de excelentes uptempos en los que, al menos en apariencia, poco o nada queda ya de los clichés más habituales del sonido P-Funk.  Su legado sin embargo, se hace en especial patente con la presencia en los teclados de Bernie Worrell en temas como la Barkaystíca «She’s Got The Body», en la que los ecos del «(Not Just)Knee Deep» de Funkadelic fluirán como evidente homenaje.

Con su alma de funk crooner siempre presente, Donnie Sterling también confeccionará para su propio lucimiento modélicos medios tiempos como «This Love Will Last Forever»  donde sin embargo, será Leroy Davis y su solo de saxo quienes se lleven toda nuestra atención. Pero el terreno natural de Kiddo seguía siendo el dancefloor y allí volverán a brillar en bombazos como «Hyperactive» – con Sterling emulando a Rick James por enésima vez- o en la extraordinaria «Action Speak Louder Than Words» una gema  synth funk escrita y producida por Chuckii Booker como parte todavía de Tease, en la que los más conspiranoicos quizás encuentren no pocas similitudes melódicas -especial atención a esa línea de bajo- con el «I’ll Be Good» de René And Angela, que saldría un año más tarde. En el terreno de lo irrelevante y fallido se encontrará sin embargo una versión del «Can’t Explain»  de The Who que Tom Vickers y Sterling se sacan de la manga y que, como su mismo título indica, resulta bastante difícil de explicar. 

«Action» sirvió a Sterling para asentar su propuesta personal a nivel estético y sonoro más allá de la alargada sombra de George Clinton. Sabía lo que quería y con este álbum, al menos en lo artístico,  estuvo muy cerca de conseguirlo. Pero en lo comercial el disco funcionó todavía peor que el anterior, e hizo imposible sostener ante A&M Records una nueva oportunidad en el mercado.  Quizás asumiendo su apuesta por imposible, Donnie se retira a partir de aquí por completo de la música. Su nombre tan sólo resonará de nuevo con fuerza a principios de los 90, cuando George Clinton liberará por fin algunos de los tracks grabados para su viejo proyecto Sterling Silver Mothership en varias de sus conocidas compilaciones Family Series. Más vale tarde que nunca.

Gonzalo Oya

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