FATHER MC : R&B Swinger

Con tres discos editados con Uptown entre 1990 y 1993, Father MC o simplemente Father, se convirtió en uno de los primeros descubrimientos de Puff Daddy aka P Diddy y el referente más estrictamente Hip Hop del sello. Muchas veces considerado un artista menor frente a iconos de Uptown como Al Be Sure! o Jodeci,  su carrera apenas pudo sobrevivir a la marcha de Diddy, que comenzaba su aventura con Bad Boy Records.

sex is law

«Sex Is Law» , el disco que hoy nos ocupa, se edita en 1993 y supone el tercer y último álbum de Father con Uptown, justo en el momento en que Diddy abandona el sello. En un año en el que se produce la explosión del fenómeno Wu Tang en NYC y se consolida la fórmula del  G Funk en L.A., su «Sex is Law»  estaba necesariamente destinado a pasar de puntillas por los libros de historia.

Sin embargo, visto con la distancia del tiempo, el disco resulta una magnífica instantánea del momento en el que un género como el New Jack  vislumbraba el principio del fin, ante el imparable dominio de los estándares Hip Hop.  Contando con productores como Teddy Riley, Clark Kent o Ski, al que años más tarde veremos en el debut de un tal Jay Z,  el sonido de «Sex Is Law» intentará, y por momentos de manera brillante, colocar el sonido de Father en un complicado punto intermedio entre ambas tendencias.

Father «69»

Father «Ain’t Nuttin’ But A Party»

«69» es probablemente el tema más recordado del álbum.  Un modélico club banger en el que Teddy Riley parece anticiparnos algo del sonido que marcará la aventura musical que iniciará justo un año después: Blackstreet. Un track en el que lo que menos importa es precisamente su protagonista, un MC del montón, pero al que Riley saca el mejor partido posible. Es evidente que party tracks como «Ain’t Nuttin but a Party» o «Sex is Law» -con sample del Don’t Look Any Further incluido-  son el terreno perfecto para que alguien como Father luzca a conciencia su discurso de Ladies Man á la LL Cool J.

Father «On and On»

Sin embargo, su aparente obsesión por reivindicarse como rapper es la que provoca alguno de los peores momentos del disco. Así, tracks como «On and On» o «Wiggle», intentan descaradamente subirse a la ola de aquel popular sonido boom bap NYC , pero con bastante pobres resultados. Tan sólo la presencia de Pete Rock en «R&B Swinger» es capaz de dar brillo a los intentos de Father por hacerse respetar por una comunidad Hip Hop que jamás llegará a aceptar  del todo a artistas como él.

Father+MC

Los discretos resultados del disco provocan su salida de Uptown, un sello que en cualquier caso, comenzaba a tener los días contados.  De poco servirán los shouts outs que Father envía a Bad Boy en algún que otro track de este «Sex is Law». La llamada de Diddy nunca llegó, y tras un controvertido posado para la revista Playgirl, su carrera se ve diluida en pequeños sellos independientes, hasta practicamente desaparecer del mapa a finales del siglo pasado.

Un artista con un legado puede que menor en relación a otras luminarias del género, pero que supo estar en el momento y el lugar adecuado para regalarnos un buen puñado de infravaloradas gemas New Jack Swing. Nunca es tarde para revisarlo y reivindicarlo.

Autor: Gonzalo Oya

COLONEL ABRAMS: LA MUSICA ES LA RESPUESTA

Si sueles pasarte por aquí es probable que te hayas cansado de leer lo terriblemente competitiva que era la escena R&B americana de la primera mitad de los 80. Una jungla de Synth-Funk, Post-Disco, P-Funk e incipiente Hip Hop en el que miles de artistas luchaban por destacar con el cuchillo entre los dientes. Por ello, no era raro que vocalistas o músicos de talento llevaran su música a Europa en busca de fortuna.  De todos ellos es muy posible que Colonel Abrams, nuestro protagonista de hoy, fuera uno de los pocos que pudo volver a USA con los deberes hechos y convertido ya en una estrella.

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Injustamente comparado con D Train, Abrams comenzó a destacar en la escena Club inglesa gracias a singles como «Music Is The Answer» (1984), un modélico uptempo producido por Winston Jones,  que anticipa todo lo bueno que vendrá con su disco debut. Para muchos pionero de la música House, para otros simplemente un artista de Synth-Funk hijo de su era,  más allá de cualquier bizantina discusión acerca de cómo etiquetarla,  es evidente que en su música se encuentran buena parte de los elementos que conforman propuestas como las de Larry Heard o Joe Smooth, con las que el parentesco resulta evidente.

Richard James Burgess, padrino musical de Colonel Abrams

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El gran salto se produce cuando Abrams llama la atención de Richard James Burgess, un neozelandés asociado al movimiento New Romantic y ex miembro de Landscape, que comenzaba a labrarse un nombre como productor gracias a los éxitos que había creado para  Spandau Ballet.  Con el convencimiento de convertirlo en una estrella de la música urbana, Burgess desarrolla una fórmula que continúa la senda de los primeros hits de Abrams pero a la que añade marcados elementos del Italo y de la New Wave en clave uptempo, a los que la presencia del mítico Cerrone completando el trabajo de producción, pone la guinda perfecta.

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Editado en 1985 el disco «Colonel Abrams» se convierte en un éxito instántaneo en UK. Puede que tracks «I’m Not Gonna Let You» hagan inevitable la posible comparación con D Train, pero lo que Abrams nos ofrece en su debut va más allá de la mera réplica.  Temas como «The Truth» , auténtica orgía para cualquier synthfunk lover, o «Picture Me In Love With You» se benefician del buen hacer de Cerrone que sin embargo, verá palidecer su trabajo al lado de las bombas que Burgess tenía reservadas.  La base rítmica, los sintes hipnóticos, los arreglos vocales,…todo lo que nos ofrece parece homologarse a lo que tipos como Larry Heard comenzaban a desarrollar a miles de kilometros de allí, dando los primeros pasos de algo que se daría en llamar House. Abrams trae una derivada natural de la música Disco , profundamente anclada en el R&B estándar, pero al que la influencia europea de Burgess añade la frescura necesaria para marcar la diferencia y convertirlo en un éxito.

Colonel Abrams «The Truth»

Su fórmula será llevada al paroxismo en temas como «Speculation» , probablemente la más visiblemente «House» de todo el disco,  o «Trapped» uno de sus temas más recordados,  y que ha llegado vivo hasta nuestros días remezclado hasta la saciedad en clave Dance y electrónica.  Los inevitables downtempos sin embargo, no están a la altura. Así, tracks como «Never Change» o «Table For Two» dejan claro la incapacidad de Burgess para manejarse con los códigos del R&B en clave downtempo, que hace naufragar en los tópicos del más trasnochado sonido Philadelphia.

Colonel Abrams «Speculation»

Colonel Abrams «Trapped»

Un magnífico debut que le convirtió en estrella a un lado y otro del Atlántico,  y que sirvió sin duda, para allanar el camino de la música negra de club tal y como la conocemos hoy.  Su siguiente referencia «You And Me Are Equals» (1987) , una algo más modesta gema de la música negra de club, bien merece otro pequeño análisis desde estas páginas. Pero eso, como siempre decimos por aqui, es otra historia por contar….

Autor: Gonzalo Oya

ROBERT BROOKINS : Life After-bach

Hace una semana dimos el aviso. Así que ha llegado la hora de retomar la figura de Robert Brookins más allá de su paso por Afterbach.  Pero para hacerlo, no vamos a recordar su «In The Night» (1986) reeditado el pasado 2010 por Funky Town Grooves, sino que a través de su segundo álbum «Let It Be Me» (1988) producido integramente por el combo Denzil Foster & Thomas McElroy,  analizaremos su asombroso, y olvidado, paso por el New Jack Swing.

Robert Brookins, en plena era New Jack Swing

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Editado en 1988, «Let It Be Me» fue la segunda referencia de Brookins bajo el amparo de MCA Records. Tras los irregulares resultados comerciales de su debut en solitario dos años antes, nuestro protagonista continuaba dispuesto a convertirse en una estrella. Tirando de agenda, e involucrando a en el proyecto a viejos conocidos de su etapa como músico de sesión, por el disco se pasean artistas como Stephanie Mills, Angela Winbush o incluso George Duke. Nombres que dan buena cuenta de la lujosa apuesta realizada por Brookins a la hora de confeccionar un álbum en el que el trabajo de McElroy y Foster resultará fundamental.

 

 

RobertBrookins_LetItBeMe

 

Musicalmente dividido en dos caras, en la primera nos encontraremos al Brookins más soulful con temas como «Where is The Love»,  innecesaria revisión de Donny Hathaway interpretada  junto a Stephanie Mills y que, curiosamente se convirtió en uno de los tracks más populares del disco.  Una «Cara A» compuesta por cinco baladas algo lineales , que no obstante, esconden buenos momentos como «Crazy ‘Bout Your Lovin’ « la más Isley de todas, y en la que Brookins luce a conciencia su potencia como intérprete.

 

Robert Brookins Feat Stephanie Mills «Where Is The Love»

 

Robert Brookins «Crazy ‘Bout Your Lovin’ « 

 

Pero lo verdaderamente interesante viene en la «Cara B».  En ella, McElroy y Foster reunen cinco bangers New Jack Swing de primera línea donde, entre otras cosas,  logran que Brookins se desvele como un fantástico artista de Uptempos en clave urbana.  Su voz de perfil clásico, muy en la línea de Michael Marshall, Sherrick o Alexander O’neal, encaja como un guante en bombas para el dancefloor como «Don’t Tease Me»  «Self Control» o «United«, donde a pesar de moverse en registros que pueden recordar a artistas como Charlie Wilson o por momentos incluso Bobby Brown, logra hilar una interesante propuesta personal que incorpora la madurez de un artista bregado en los estertores de la escena Disco a la incontenible irrupción del New Jack Swing. Una cara «B» que roza la perfección, con cinco uptempos sin desperdicio en los que el combo Foster & McElroy dan lo mejor de sí, con un trabajo de producción que sin duda se coloca a la altura de los mejores ejemplos de su carrera.

 

Robert Brookins «Don’t Tease Me»

 

Robert Brookins «Self Control»

 

Robert Brookins «United»

 

Sin embargo, en el mismo año que «Don’t Be Cruel» convierte a Bobby Brown en la primera estrella global del New Jack Swing o en el que Johnny Kemp hace bailar a todos con su «Just Got Paid» , una propuesta brillante pero relativamente modesta como la de Brookins pasa completamente desapercibida.  Tras este nuevo fracaso, nuestro protagonista vuelve a su cómoda vida de músico de sesión, labor que realizará con solvencia y éxito hasta el año 2002, donde regresa con un álbum completamente independiente «Something You Can Make Love» al que hemos de confesar que aun tenemos pendiente dar un repaso en profundidad.  Sirva esta pequeña aportación para terminar de reivindicar a Robert Brookins, un tipo terriblemente talentoso que intentó convertirse en estrella, pero que quizás su destino fuera sólo brillar como el magnífico teclista de sesión que fue.

 

Autor: Gonzalo Oya