LISA FISCHER: La estrella que no quiso brillar

Lisa Fischer suele decir que ella, en realidad, jamás buscó desarrollar una carrera en solitario. Al fin y al cabo, hacia 1991 ya se había convertido en una de las cantantes de sesión más cotizadas de la industria. Lejos quedaban sus primeras aventuras en clave freestyle a principios de los 80 y su aparición en la banda sonora de Beat Street; ahora su vida transitaba de estudio en estudio,  poniendo su voz al servicio de quien pudiera pagarla. Entre sus ilustres clientes estaban ya nombres como Billy Ocean, Patti Labelle, Tina Turner o los Rolling Stones entre muchisimos otros, aunque fue sin duda, la presencia de Luther Vandross la que marcó su carrera de principio a fin. No sólo por darle su primera gran oportunidad sustituyendo a la legendaria Tawatha Agee como voz principal de su coro, sino también por convertirse en su gran mentor durante toda la década de los 80. Así que no es de extrañar el que fuera él precisamente, el principal responsable de que Elekra Records le hiciera a finales de los 80, una oferta para lanzar su primer disco en solitario.

lisa

Editado en 1991, «So Intense» puede ser visualizarlo hoy en cierto modo, como el regalo que Vandross realiza a Lisa Fischer, tras casi una década de anónimo servicio como vocalista.  Tirando de agenda, el amigo Luther reclutará al gran  Narada Michael Walden para echarle una mano con la producción del disco, e incorporará a músicos tan reconocidos como Marcus Miller o Hubert Eaves III, amén de ilustres vocalistas invitados como Nick Ashford. Un reparto de lujo, que Vandross dirigirá para crear un álbum concebido como simple vehículo para el lucimiento vocal de una Fischer en su mejor momento creativo. Pero que nadie se deje llevar por las apariencias. «So Intense» no será el típico y aburrido ejercicio vocal lanzado al downtempo para explotar las virtudes de la estrella de la función. La presencia de alguien como Narada garantizará bangers tan extraordinarios como «Save Me», en el que en una línea sonora similar al Chicismo de ese mismo año,  tratará de demostrar la vigencia del sonido post-disco a través de su conexión con la música House de aquellos años. Escuchado hoy, puede que sorprenda a muchos que el álbum rehuya la presencia del sonido New Jack, en plena efervescencia en aquellos años. Los motivos son obvios: Vandross y Fischer querían destinar «So Intense» para un público más adulto, y con mayor afinidad por el R&B de perfil más clásico.

Entre lo orgánico, el legado del post-disco y las nuevas tendencias del Rhythm and Blues, «So Intense» será un trabajo ante todo industrial, efectivo y puede que algo conservador, pero no por ello carente de interés. Basta escuchar el trabajo de  Vandross y Narada en temas como «Some Girls» -con rapeo de Lisa Fischer incluido- o en un medio tiempo como «Get Back To Love»,  para comprender los múltiples matices de un trabajo de producción que trataba de introducir continuos guiños y matices cercanos al público más joven, aunque sin perder de vista el perfil clásico que garantizaba una voz tan canónica como la de Fischer. Una fórmula por aquel entonces en pleno desarrollo y que al final, prevalecerá en la industria marcando el devenir de la escena de R&B femenino mainstream hastas nuestros días.

Lisa Fischer «Save Me»

Lisa Fischer «Some Girls»

Lisa Fischer » How I Can Erase The Pain»

Pero puede que sean los slowjams en realidad, el verdadero caballo de batalla de «So Intense». Volcados en crear el perfecto colchón sonoro para los generosos gorgoritos de Fischer, el trabajo de Narada y Vandross transitará con desigual fortuna en downtempos como el efectivo «How Can I Erase The Pain», el lúbrico «So Intense» que dará nombre al disco, o el más que olvidable y almibarado «Wildflower. Un ristra de baladones destinados a derretir a un respetable que curiosamente, y en clara consonancia con los tiempos, responderá mejor al gancho de los uptempos incluidos en el disco, que funcionará de manera más que digna en las listas de billboard. Este hecho, junto al Grammy que Fischer se llevará bajo el brazo como mejor R&B Performance gracias a «How Can I Erase The Pain», parecerá garantizar una continuidad a su carrera que sin embargo, ella misma se encargará de poner en punto muerto. La presión de la industria y los grandes focos serán demasiado para una artista que preferirá brillar detrás de una gran estrella, que convertirse en una. Hoy, todavía en activo como cantante de sesión, sus créditos continuan añadiendo nombres como Beyoncé o Alicia Keys a una lista que resume de la mejor manera posible, treinta años de R&B y Pop mainstream americano.

Gonzalo Oya