A principios de los años 80, en pleno colapso de la música disco, muchos pensaron que sería el fin de gente como Nile Rodgers y Bernard Edwards auténticos estandartes de una generación y una época que, como ya hemos analizado en estas páginas, intentó ser borrada del mapa. Pero, para desgracia de abrazafarolas como Steve Dahl y sus acólitos, su campaña tan sólo sirvió para agudizar el ingenio de unos músicos que a partir de ese momento comenzarían a extender sus tentáculos de manera irreversible sobre la música pop mainstream.
Y es que durante todos los años 80, el mundo fue testigo como los otrora denostados Nile y Bernard nutrían con su música los proyectos de artistas blancos de pop y rock, que confiaban en el personal toque de estos dos genios para fabricar sus éxitos. A los primeros en hacerlo, los relativamente afines Duran Duran, Debbie Harry, Madonna o David Bowie, se unieron rapidamente variopintos artistas como Mick Jagger, Jeff Beck o incluso dos antaño estandartes anti-disco como Robert Plant o Eric Clapton, que ante el éxito de Rodgers como «fabricante de éxitos», no dudan en contratarle para revitalizar sus carreras. Irónico desde luego que, para poder sobrevivir, Nile Rodgers y Bernard Edwards acabaran trabajando e influyendo en las entrañas de la misma maquinaria de Pop-Rock blanco y anglosajón que a punto estuvo de acabar con su carrera.
«Chic-Ism» último capítulo de la saga musical de Nile Rodgers y Bernard Edwards
Pero, tras una década de éxitos en las listas de pop y rock y diversos proyectos paralelos, Nile y Bernard decidieron que ya había llegado la hora de restaurar el recuerdo de su proyecto más preciado: Chic. Estamos en 1990, y la época disco y sus artistas continúan siendo objeto de mofa o, en el mejor de los casos, condescendientes revivals para nostálgicos trasnochados. A pesar de ello, Rodgers y Edwards organizan la reunión de su vieja banda, reclutando a dos nuevas vocalistas y encerrándose en el estudio, decididos a incorporar el sonido Chic a la banda sonora de la última década del siglo.
El resultado fue simplemente excepcional. «Chic-Ism» se edita en 1992 y supone la perfecta extensión del considerado sonido clásico de Chic. Conscientes de que los clichés del Post-Disco que ellos mismos ayudaron a crear fueron tan sólo una transición necesaria en mitad de la debacle de principios de los 80, Rodgers y Edwards se empapan de todo lo que ha pasado en la música negra durante los casi diez años que abandonaron su proyecto. Así, en «Chic-Ism» plantean un hedonista retorno a la discoteca, al lujo y los excesos, a las infecciosas bases rítimicas de siempre, a los minuciosos arreglos de viento y cuerda, pero sin dejar de lado las referencias al Hip-Hop, al Acid-Jazz, algún leve guiño al P-Funk y por supuesto a todo lo que estaba pasando en el R&B del momento. Tracks como «M.M.F.T.C.F.» o «Chic Mystique» » Jusagroove» «Your Love» forman parte hoy ya, de esa enorme lista de clásicos que Chic ha dejado para la historia de la música negra.
CHIC «M.M.F.T.C.F.»
CHIC «Chic Mystique»
CHIC «Jusagroove»
Los guiños al rap aparecen en tracks como «Something you can feel», donde curiosamente los caminos del G-Funk -especialmente entendido a la Warren G– y el sonido Chic parecen querer cruzarse de manera sorprendente e inesperada. Un disco, practicamente perfecto de principio a fin, al que si habría que ponerle una pega sería por un downtempo como «One and only One» , que ni de lejos está a la altura de los grandísimos y poderosos downtempos que Chic nos había regalado hasta ese momento en su discografía.
Chic «Your Love»
Aclamado por la crítica, con un más que aceptable éxito de ventas y recibido efusivamente por sus compañeros de escena – Prince homenajeará a Chic en el videoclip de su hit «Sexy M.F.» mostrando una copia de «Chic-ism»– todo parece indicar que el regreso triunfal de Chic es inevitable. Sin embargo, la repentina muerte de Bernard Edwards a causa de una fulminante neumonía en 1996 en plena gira con Chic, hace que Rodgers abandone la idea de grabar nuevo material de la banda. La ausencia y el legado de Edwards es desde luego demasiado grande como para ser reemplazado.
El peculiar aspecto actual de un casi irreconocible Nile Rodgers
Hoy, un físicamente muy avejentado Nile Rodgers continúa girando con Chic alrededor del mundo, muy al estilo de George Clinton con el combo Parliament-Funkadelic, rememorando sus clásicos pero sin hacer de ello un paseo por el geriátrico. Casi 40 años después, la fuerza, potencia y virtuosismo de este genio sigue intacto.