En 1985 Roger seguía en Dayton, tramando planes para consolidar su Troutman Sound Lab en la industria. Y eso, a pesar de que -como vimos en anteriores entregas- su apuesta por nombres como Dick Smith y New Horizons no resultaron, al menos en lo comercial, del todo fructíferas . Aun así, inmunes a cualquier desánimo, Roger y la familia continuaron entre 1983 y 1985 compaginando sus exitosos proyectos en solitario o como banda, con apuestas de nuevo muy personales que, incidían una y otra vez en la idea de convertir el Troutman Lab en un referencia de producción en la industria Rhythm and Blues.
La edición y el enorme éxito de «The Saga Continues» (1984) , compensó el resultado de la segunda entrega de New Horizons que, con «Gonna Have Fun» (1984), y otra vez Roger a los mandos, volvieron a estrellarse en las listas de Billboard. Bobby Glover, uno de sus más fieles colaboradores hasta bien entrados los 90, también tendrá su oportunidad ese mismo año con un fantástico debut «Bad Bobby Glover» (1984) que tampoco se convierte en el éxito que el estudio de los Troutman necesitaba. Álbumes todos ellos de incuestionable calidad artística que, sin embargo, una y otra vez eran incapaces de seducir al público. Fuera por la enorme competencia existente -ese mismo año se producirá entre otras cosas la explosión de fenómenos como Purple Rain– o por tratarse de rostros desconocidos para los aficionados al género, la realidad era que el éxito creativo de la fórmula era inversamente proporcional al dinero que generaba . Para los Troutman se convierte entonces en una imperiosa necesidad encontrar a una estrella con tirón en la industria, dispuesta a poner en sus manos un disco al completo y algún éxito instantáneo. Por suerte para ellos, si algo sobraba en Dayton por aquel entonces era talento y Funk, por lo que esa estrella estará esperándoles literalmente, justo a la vuelta de la esquina.
Sugarfoot, fundador de los Ohio Players
A principios de los 80 Leroy Sugarfoot Bonner era una leyenda indiscutible. Un hombre franquicia que, como frontman de Ohio Players , se presuponía podía atraer con sola presencia a un fiel fan base, forjado a lo largo de -hasta ese momento- 21 años de carrera. La edición de «Tenderness» (1981) había marcado cierto distanciamento con su banda de toda la vida, que ya sin él como vocalista, llegará a editar tres años después «Graduation» (1984) con Billy Beck como frontman y voz principal. Bonner se encontraba entonces en terreno de nadie, entre el pasado de una banda legendaria y un futuro en el que no acababa de dejarse seducir por los continuos cantos de sirena de la industria para lanzarse en solitario. y Con los Troutman buscando a un rostro conocido para liderar su próximo proyecto y Sugarfoot liberado de ataduras, madurando la idea de relanzar su carrera ,era cuestión de tiempo que su encuentro se produjera en alguna esquina de la ciudad. Aunque Roger nunca llegará a explicar el como se inició su relación artística, muchos cuentan como poco a poco, las visitas de Bonner al estudio fueron haciéndose cada vez más habituales. De su paso por allí surgirán colaboraciones como la ya comentada en el «Initial Thrust» de Dick Smith, pero también una serie de sesiones que enseguida llaman la atención de Warner Brothers. Por fin, con el respaldo de Roger en la producción, Sugarfoot Bonner se deja convencer para lanzar su esperado proyecto al margen de Ohio Players. Un nuevo estilo y un nuevo sonido con el que pretenderá relanzar su carrera, y que pondrá en manos de la familia más funk de Ohio.
Tradicionalmente menospreciado por los fan fatales de Ohio Players, «Sugar Kiss»(1985) se encuentra sin embargo, varios peldaños por encima de algunos discos de la banda, como el ya mencionado «Graduation» (1984) y por supuesto «Back» (1988). Mucho se ha comentado también, acerca del poco peso que tendrá en el álbum el Sugarfoot músico, frente a la avalancha creativa de los Troutman. Y lo cierto es que, con Zapp al completo ejerciendo de instrumentistas, poco espacio quedará para el Sugarfoot guitarrista que sin embargo, marcará el álbum de principio a fin, con su inconfundible estilo vocal. Hace algún tiempo, Larry Dodson situaba a Bonner en una línea temporal imaginaria entre Sly Stone, él mismo y Larry Blackmon. No le faltaba razón al de los Bar Kays. Al igual que ellos, Sugarfoot era uno de los vocalistas que más y mejor partido ha sacado a la nasalidad de ese «oww style» marcadamente sureño que todos compartían; a ratos pimp, a ratos callejero, pero siempre con un marcado carácter sexual, su estilo se adaptaba ahora como un guante al nuevo léxico en clave synth-funk que Roger le tenía preparado.
Sugarfoot «I’m Your Sugar»
Sugarfoot «Kiss»
Sugarfoot «I Choose You»
Compuesto y grabado a la vez que su álbum gemelo «New Zapp IV U» (1985), puede que nuestros propios prejuicios nos hagan escuchar gemas como la deliciosa «I’m Your Sugar» , y pensar en el clásico universal que pudiera haber sido en manos del Roger talkboxer. Pero hemos de ser justos. El factor diferencial que aporta Sugarfoot -más puramente funk que R&B- es uno de los elementos que Roger precisamente buscaba, a la hora de hacer que su sonido trascendiera las exitosas costuras de Zapp. Al igual que Edwards & Rodgers, que Clinton o que Bootsy, Troutman trataba de generar tendencia con un sonido inconfundible desde la primera nota pero que, a la vez, se demostrara válido para cualquier artista ajeno de primera fila. Para conseguirlo, Sugarfoot se convertirá en un mero instrumento más, al servicio de bangers como «Kiss» -donde además esta vez sí, también brillará como guitarrista- o la ligeramente hip hop «Girl I Need You», dos de los grandes highlights del disco. La errónea decisión de lanzar como single la efectiva pero innecesaria revisión en clave Minneapolis de «Fire» , el gran clásico de los Ohio Players, será recibida por el público con gélida indiferencia, que ya no prestará atención a joyas como «I Will Be Your Star» o «I Choose You», que sin duda, hubieran funcionado mucho mejor como ganchos comerciales del disco. Los caprichos del destino harán que, al mismo tiempo que «Computer Love» -incluida en el «New Zapp IV U» – se convierta en el éxito global y más reconocible de los Troutman, su «hermano» «Sugar Kiss» se hunda cada vez más en las listas de ventas. Una vez más, Roger disfrutará del éxito con su banda, pero será incapaz de generar el mismo interés por las aventuras que emprende al margen de su legendario talkbox. Sugarfoot dará así por concluida su breve aventura en solitario,y no tardará en reunirse con sus viejos compañeros para continuar sus últimas aventuras como Ohio Player, todo sea dicho, de bastante menor interés que este «Sugar Kiss»
Para Roger, sus posteriores apariciones como productor junto a Shirley Murdock, el escocés Jesse Rae o Lynch ( «Pinch of Lynch» , 1989) tampoco supondrán jamás el éxito esperado, y posiblemente merecido. Tendrán que llegar los 90 y la reivindicación G-Funk de su legado para que por fin, coseche sus últimos éxitos como productor y poco antes de fallecer, junto a artistas como E-40 o bandas como Latino Velvet. Pero esa parte de la historia es muy posible que la conozcáis de sobra….
Descansa en Paz brother Roger. Nos vemos dentro un año.
Gonzalo Oya.