Kiddo, las ovejas descarraidas del P-Funk Parte I

De entre todos los spin-offs, proyectos paralelos y ocurrencias provocadas por el aterrizaje de emergencia de la nave P-Funk, Kiddo sigue siendo hoy uno de los ejemplos más oscuros y olvidados.

Como todo momento de transición, la primera mitad de los años 80 supusieron un periodo de extrema confusión y creatividad en la música negra. El colapso de la era disco y la repentina llegada del Hip Hop afectó a todos en la industria, e incluso la nave P-Funk capitaneada por el Dr Funkenstein se vio obligada a tomar tierra asolada por una tormenta de deudas y drogas. De entre todos los spin-offs, proyectos paralelos y ocurrencias provocadas por aquel aterrizaje de emergencia, Kiddo sigue siendo hoy uno de los ejemplos más oscuros y olvidados.

 

donnie sterling

Donnie Sterling, uno de los cerebros detrás de Kiddo

El nombre de Donnie Sterling no debería necesitar muchas presentaciones para cualquier P-Funkster que se precie. Muchos recordaréis al marido de Mahlia Franklin como miembro de Parlet y bajista de Brides Of Funkenstein, por poner su voz en el «Agony Of DeFeet» de Parliament o como uno de los principales songwriters de la P-Funk Family desde finales de los años 70.  También es más o menos conocida la historia de su proyecto maldito como Sterling Silver Mothership, un álbum completo junto a Mahlia Franklin grabado en 1979 pero que fue acumulando retrasos en su edición hasta que en  1981 el colapso económico y psicotrópico del Dr Funkenstein hizo imposible que jamás llegara a ver la luz.  En mitad de este estado de confusión generalizada Sterling y su buen amigo Michael «Kidd Funkadelic» Hampton tomaron el camino de en medio y, como otros muchos en el equipo de Clinton, decidieron volar fuera del nido p-funkero y buscar fortuna con un nuevo proyecto.

Sin embargo, y a pesar de tomar «prestado» su nombre del apodo de Hampton,  Kiddo no nacía para convertirse en una simple escisión descafeinada de Parliament. Primero, por que Hampton y Sterling se aseguran una edición en condiciones a través de una A&M Records en plena expansión y después, por que deciden reclutar a dos hitmakers como Reggie Andrews –mentor de Patrice Rushen o Tyrese, entre muchas otra cosas y Leon Ndugu Chancler para ponerse al frente de la producción del disco. Toda una declaración de intenciones para una banda que pretendía mirar a las listas de éxitos sin complejos, contando con dos de los tipos del momento que, ese mismo año, iban a dejar su impronta diseñando bangers para artistas tan diversos como General Caine, Dazz Band, Platinum Hook o Klique. Ambos le reservarán a Kiddo un menú efectivo pero sencillo, con un buen puñado de uptempos pensados para bombardear las radios y clubes nocturnos afroamericanos.

portada

 

Todavía hoy, podemos encontrarnos por la red supuestos «puristas» del P-Funk  que menosprecian, o directamente rechazan, propuestas como Kiddo. Es una lástima que su reaccionaria miopía no les permita disfrutar sin complejos de extraordinarios ejercicios synthfunk dazzbandianos como «Tired Of Looking», o de divertirse escuchando a un delirado Donnie Sterling imitar sin tapujos a Rick James en las electrizantes «What I See» y «Strangers».

 

 

Lo curioso será que, a pesar de buscar el éxito explotando las tendencias del Rnb en clave synth del momento, será una hipnótica bomba P-Funk á la Zapp como «Try My Loving» la que brinde a Kiddo su único Top 40 de Billboard. Kidd Funkadelic pisa terreno de sobra conocido y eso se nota, convirtiendo sus legendarios riffs de guitarra en el eje central de esta pequeña gema p-funk de principios de los 80.

Kiddo, en Soultrain

Pero Kiddo es sobre todo un vehículo de pruebas. Un espacio con el que dejar atrás la marca Parliament-Funkadelic, y poder atacar con libertad- aunque también con mejor o peor fortuna- ambientes sonoros tan estimulantes y «europeos» como el de su «Suzy’s Gone», otra joya escrita por el propio Sterling con la que se dará una nueva oportunidad de explorar su evidente obsesión por Rick James, o estándares rnb tan modélicos- y a lo Stylistics- como «Thinking About your Charm»

En el aspecto comercial, el disco funcionará lo justo para justificar ante A&M Records una nueva entrega. En lo musical, abrirá a Donnie Sterling una puerta creativa con la que dejar atrás su paso por Parliament, del que ya apenas quedará rastro en «Action» (1984) la siguiente aventura de la marca Kiddo. Un proyecto ya sin Kidd Funakdelic Hampton a bordo, pero en el que si nos toparemos a invitados como Bernie Worrell o Chuckii Booker…aunque eso será ya otra historia por contar muy pronto.

 

 

 

 

 

 

D’Bora «E.S.P»

Suele decirse que el éxito en el mundo de la música suele surgir de una combinación única de talento y momento. D’Bora Lippet tuvo mucho de lo primero, y al menos en dos ocasiones de lo segundo. Sin embargo, el destino quiso que jamás pudiera dar continuidad a una carrera que hoy, como pionera del Hip Hop en los 80 y House Diva en los 90, resulta imposible resistirse a revisar.

MERCEDES LADIES

Mercedes Ladies

Como artista, su historia comienza en el Bronx a finales de los años 70. En pleno epicentro de aquel terremoto cultural llamado Hip Hop, decide fundar junto un grupo de amigas del barrio lo que será Mercedes Ladies, un proyecto que se convertirá en la primera crew femenina del movimiento en su historia. La banda nacerá como «hermana» de Grand Wizard Theodore and The L Brothers y de hecho, será el propio Grand Wizard Theodore quien enseñe a D’Bora a scratchear, la rebautice como Baby D y la reconvierta en una de las dos Djs del grupo junto a las rappers Sheri Sher, Eve-a-Def, Zena-Z y Tracy T. En un universo tan hipermasculino como el Hip Hop de aquellos años, Mercedes Ladies llaman enseguida la atención de la escena y durante años se dejan caer por shows de artistas como Red Alert, Afrika Bambaataa, Kool Herc o The Cold Crush Brothers entre muchos otros, hasta que el gran Donald D las recluta para participar en su clásico «Don’s Groove» de 1984. Russell Simmons pone también su ojo en ellas y según cuentan las crónicas, llega incluso a ofrecerles un contrato discográfico que por algún motivo jamás llegará a firmarse.  Para encontrar las claves de  su repentina y extraña caída en desgracia no está de más acercarse a las páginas de «Mercedes Ladies», el libro de 2008 en el que Sheri Sher narra una suerte de biografía ficcionada de sus años junto a la banda. En su novela, Sher llegará a acusar a Russell Simmons de haberla violado tras negarse a acceder a sus proposiciones sexuales, y de haber vetado a partir de ahí el futuro discográfico del grupo.  Creamos o no su versión – que avalan toda la ristra de mujeres que han ido acusando de violador a Simmons durante los últimos años-  lo cierto es que Mercedes Ladies se disuelven en ese mismo 1984 y D’Bora se decide a iniciar su carrera en solitario.

El lanzamiento del 12″  «No Sense»  ( West End , 1984) marca su debut discográfico, que llega arropado por una producción firmada por Elai Tubo y toda una leyenda de la Old School como Spyder-D.  Una olvidada joya Oldie juguetona e intrascendente pero cuyo infeccioso hook sirve a D’Bora para dar sus primeros pasos como cantante, y  que atrapa toda la inocencia y frescura de aquellos años en los que Hip Hop, Rnb y Synth Funk caminaban de la mano con total naturalidad.

El single funciona relativamente bien, pero la voz de D´Bora desaparecerá del mapa mainstream una vez más y sin motivo aparente. Tras seis largos años moviéndose en el underground de la escena club de Nueva Jersey,  Little Louie Vega la enrola en su proyecto como Freestyle Orchestra y D’ Bora reaparece de nuevo brillando como intérprete principal de un banger garage tan brutal como «Keep on Pumpin It Up» ( 1990,SBK Records)

Como vemos, nada queda aquí ya de la vieja Baby D de las Mercedes Girls, y muy poco de la diletante vocalista de aquel «No Sense» de los 80. La D’Bora de los 90 -o D’ Borah, como aparece acreditada en el single- comenzaba la década decidida a convertirse en el siguiente gran fenómeno femenino de la música negra de baile, y luciendo un rango vocal escondido hasta entonces.  El track se convierte en otro éxito instantáneo de la factoría Louie Vega, y logra atraer sobre ella los ojos de una industria ávida de nuevas voces femeninas que explotar en las listas de éxitos.

Ese mismo año, Polygram se apresura en firmala para convertir su estreno en larga duración en uno de los primeros lanzamientos de Smash Records, su nuevo subsello especializado proyectos de música de baile. Y así es como «E.S.P» llega a las tiendas en 1991, como nuevo capítulo de una accidentada carrera que había comenzado 15 años antes, en los albores del Hip Hop.

 

d'bora cover

Como proyecto «E.S.P.» surge a rebufo de su éxito junto a Freestyle Orchestra, y diseñado con la clara idea de reventar los charts y los clubs de Estados Unidos. No es casualidad por tanto, que en sus créditos nos topemos nombres tan importantes y emblemáticos para el género como  Joe Smooth, Troy Patterson o en especial Steve «Silk» Hurley – de quien ya os hablamos aquí hace algún tiempo– ,  sobre el que recaerá en realidad el peso  creativo de la mayor parte del álbum.  Un equipo de productores de lujo que reunirá todas las piezas sonoras necesarias para confeccionar un tracklist casi perfecto, y que se lanzará a las calles con «Dream About You» como single principal.

 

Una exquisita pieza de música negra de club en la que»Silk» Hurley pondrá sobre el tapete buena parte de las claves sonoras que poco después desarrollará junto a  artistas como Cece Peniston en hits como «Keep On Walkin’ «, y en la que también dejará entrever la notable influencia del Rnb británico de club de aquellos años. Una brillante combinación de house music y Rhythm and Blues contemporáneo que no impactará demasiado en los charts americanos, pero que explotará en las listas británicas para convertirse en el single más recordado del disco.

Pero «E.S.P» fue bastante más que el álbum de un solo single de éxito. El tracklist deja también auténticas gemas New Jack Swing como ese «One Love» producido por Troy Patterson, tracks como «Happy» -el bombazo House que Joe Smooth aportará al trabajo- o modélicos estándar club made in Silk Hurley como  «Good Love» .

 

 

Con semejantes mimbres D’Bora parecía destinada a convertirse en nuevo referente de la escena club y dance americana, pero su carrera jamás despegó. El álbum languideció en las listas hasta desparecer por completo, y las puertas del mainstream se le cerraron para siempre. Volvió a intentarlo en 1995 junto a Terry Hunter y Aaron Smith con una delicatessen club á la Chicago tan potente como «Going Round», que tampoco terminó de funcionar en Estados Unidos, aunque al menos si llegaría a ser un top 40 en las listas británicas.

 

En 1999 un esperpéntico single titulado «Honey» nos permitirá escuchar su voz por última vez antes de su retirada definitiva. Un absurdo intento por adaptarse con más pena que gloria a los clichés del Rnb tardonoventero, con sosias de P.Diddy incluido, y que pondrá un triste final a la carrera de una vocalista que sin duda, siempre mereció mucha mejor suerte.

Nos cuentan que D’Bora Lippet es hoy una ama de casa neoyorkina que, tras 20 años retirada de la música, poco o nada le importa recordar sus años de vocalista luchando por hacerse un hueco en la industria. Puede que el destino le pudiera al momento y al talento, pero ni ella misma podrá jamás negar la necesidad de recordar su legado como pionera de la cultura Hip Hop y, sobre todo, su aportación a la explosión de la música negra de club de principios de los 90. Aun así, y por si acaso se le ocurre, ya nos encargaremos nosotros de reivindicarlo.

Gonzalo Oya